domingo, 28 de abril de 2013

El viaje.

Salgo más tarde de lo esperado hacia Francia. Lo único bueno que encuentro de los cambios a horario de verano, es que la luz dura más, y dado que suelo viajar en coche tarde, me anima las primeras horas del viaje.
Hasta Burgos, es un paseo, muy habitual para mí y la autovía se encuentra inusualmente despejada. Lerma, desde la carretera está precioso.Siempre miro la casa de la familia de mi amigo Ramón, junto a la antigua tejera que poseían.Aunque estuviera aparcado  la puerta, ya no vería el Touareg de su padre. El parador  y la iglesia destacan sobre el caserío y el Arlanza baja crecido.Un año lluvioso lo ha desparramado sobre sus orillas.
Treina kilómetros más tarde, el hotel Landa, a mi izquierda, me sirve de despedida al trayecto común y me dirige hacia otro que hace años no tomo. Ya no veo Vitoria, pequeña y lejana desde la autopista, y el sol ya ha caído del todo.En Mondragón (Arrasate) reposto. Felicidades a Repsol por su personal, encantador.
El maravilloso paisaje vasco, horadado por incontables túneles que acortan las distancias, no me permmite ver la costa que más me gusta de España. Motrico, Zarauz, Guetaria, quedan tapadas por las montañas y sólo puedo ver Orio, por debajo de la autopista,la desembocadura del río Oria y el Cantábrico, donde compiten las traineras y donde los oriotarras pescaron la última ballena franca en 1901.
Enseguida, Francia. Y enseguida, Pau, iluminada en la lejanía, desde el puente del río Gave. Hermosa y pequeña ciudad, donde los hermanos Wright fundaron la primera escuela de vuelo del mundo, rural y donde, sin darte cuenta, pasas de las montañas españolas a la planicie francesa.
Mi esperanza de un viaje placentero, se frustra. Hay obras en la autopista, y gran parte del trayecto en Francia es más lento y difícil de lo esperado. Aún así, no constituye un gran problema y al empezar a ver carteles con la indicación Bassin de Arcachon es un estimulante para hacer más breve el tiempo.Por fin, me desvío hacia Arcachon, y cerca de la Teste de Buch, comienzan las rotondas que recuerdo como algo cercano al destino. Gujan-Mestras, Pyla,las salidas hacia lugares conocidos, y por fin hacia el barrio de el Aiguillon, la ciudad de Otoño. Arcachon.
El hotel le Nautic (www.lenautic.fr) es el destino final, donde dormir y reposar, tras llegar a las dos y media de la mañana. El personal, siempre agradable, y la posibilidad de llegar a cualquir hora de la noche, junto con su ubicación y precio, hacen que repita este hotel.
Ya continuaremos...

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